Religión y ciencia nunca han sido buenos amigos. De hecho, fe y razón son considerados antagónicos. ¿Pero hasta qué punto la ciencia puede explicar el papel de la religión en la sociedad? A esta pregunta, y desde las ciencias sociales, intentaré dar las repuestas que los grandes pensadores han de elaborado para explicarlo a lo largo de los tiempos modernos. Conceptos como secularización, pluralismo o fundamentalismo son señas de identidad en nuestra sociedad occidental. Nos adentramos en un bosque tenebroso, intentaremos poner luz en la oscuridad. ¡Empecemos!
(El texto que sigue esta escrito a modo de síntesis del libro “Entendre les religions”)(Estruch, 2015)
A lo largo de toda la historia de la humanidad el hombre ha tratado de dar respuesta a preguntas existenciales como: ¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿A dónde voy? Y es en lo divino donde ha hallado respuestas. La religión ha dado explicación a sus preguntas. Si sostenemos que la religión ha estado presente en toda la historia de la humanidad, llegamos a la conclusión de que el hombre necesita creer en algo, y este a este algo le hemos llamado religión.
Las ciencias sociales sostienen la idea, al contrario de lo que apunta la fe, de que es el hombre el creador de Dioses y no a la inversa. Defiende la idea de que la religión se construye socialmente, es un fenómeno social. Y como la mayoría de fenómenos no son naturales. Una idea antagónica del concepto de reificación en donde todo deriva de voluntad divina.
Antes de adentrarnos en nuevo papel de la religión en la sociedad actual miraremos un poco para atrás para escuchar a los grandes pensadores de las ciencias sociales. Hablamos de Marx, Weber, Durkheim y Freud. Adelantar que no es común entre ellos el análisis que hacían del objeto de estudio. Mientras que Weber y Durkheim entendían la religión como un fenómeno, Marx y Freud querían que desapareciera. Destacar que todos eran judíos, excepto Weber que era protestante, pero eso no significa que fueran practicantes. Este apunte toma notoriedad en el presente ensayo ya que denota que mantuvieron una estrecha convivencia con la religión en su entorno social.
AUTORES CLASICOS
Todos los pensadores destacan que el papel de la religión es indispensable para entender la sociedad. Además, sostienen que hay que cuestionar lo que se da por descontado, dicho de otra manera, cuestionar el orden social. Analizar porque que las cosas “van” (funcionan). Distinguir entre al problema social y el problema sociológico. El problema social seria porque algo no ocurre según lo establecido y el sociológico se pregunta porque ocurre como ocurre y ayuda al orden social.
Marx era tajante: La religión es una mentira y como tal debe desaparecer. Para conseguirlo (recordar su visión de sociólogo en: Tesis de Feuerbach nº XI: Los filósofos han tratado de interpretar el mundo, y de lo que se trata es de transformarlo) se apoya en su idea de infraestructura y superestructura. El autor sostiene que “la religión de una sociedad determinada es la expresión de unas condiciones materiales determinadas”. Por tanto, cambiando las condiciones materiales, la opresión y la miseria, (infraestructura) se eliminará la idea de religión (superestructura).
Me gustaría adelantar un importante concepto que aparecerá más adelante y que Marx, junto a Engels empiezan a vislumbrar. Hablo de la secularización. Los autores dicen en el libro Sobre la religión: “Fue la secularización de la concepción teológica: El derecho humano ocupó el lugar del dogma, del derecho divino; el Estado ocupó el lugar de la iglesia. Las condiciones económicas y sociales, que anteriormente habían sido creadas por la iglesia y el dogma, ya que habían sido aprobadas por la iglesia, fueron consideradas entonces como basadas en el derecho y creadas por el estado” (Marx, 1890) Apuntan los autores que en el proceso de secularización es donde se produce una pérdida de importancia de la religión en la sociedad en favor del estado de derecho. Profundizaremos en esta idea más adelante.
La idea de Max Weber era distinta, sostenía que el mundo estaba pasando por una etapa de Desencantamiento en donde desaparece la magia, mitos, ángeles y demonios, en definitiva, lo sobrenatural. Ese desencantamiento lo desencadena la Racionalidad que no es más que la previsión, la ciencia, la técnica, la burocracia y el cálculo. Se substituye la providencia por la previsión. El resultado, según Weber, para el ciudadano es vivir en una Jaula de hierro en donde no hay respuestas a lo que la religión daba.
Weber sostiene la idea de que el capitalismo actual viene derivado de la religión calvinista (protestante) en los siglos XVII y XVIII que legitima esta racionalidad. Postula que la religión calvinista eleva a lo sagrado el trabajo y una vida asceta, y que “esa autentica fe debió ser ciertamente la palanca más poderosa que se pueda pensar para la expansión de esa concepción de la vida que hemos denominado aquí el “espíritu” del capitalismo” (Weber, 1905, pág. 264)
Durkheim destaca la idea de la anomia. La ausencia de normas. Dice que la diversidad de libertad de elección en donde el hombre queda desconcertado. Eso produce la falta de religión. Por tanto: “No hay religiones inmortales, pero tampoco existe humanidad que no sea capaz de crear nuevas” Dicho de otro modo, la religión es inherente a la humanidad, responde a las condiciones de la existencia humana.
Para él la religión es un fenómeno social y es eterna, aunque cambie de símbolos. La función es la misma, sirve para crear y mantener un orden social, solo que la religión se transforma.
Por último, hablemos de Freud. El autor ve la religión como una patología, una neurosis obsesiva universal. Triunfará la racionalidad, la verdad; frente a la religión, la mentira, que desaparecerá. Piensa que la razón conseguirá domesticar las pasiones.
Sostiene la idea que el motivo por el que las personas recurren a la religión es el deseo de sentirse protegidos al igual que un niño busca respuesta emocional a elementos externos e internos que no sabe afrontar. Es la lucha entre la emoción y la razón. El consuelo que genera la religión se debe a que resuelve el problema. El resultado es que el creyente convive con sus problemas y su neurosis. La neurosis obsesiva universal no se hace insoportable, al contrario, ayuda a soportar la vida en sociedad.
LA SECULARIZACIÓN
Secularización viene del término “Saeculum: La realidad de este mundo en contraposición del otro”. No es más que la convivencia del mundo espiritual con otro que tiene otras reglas. Se caracteriza en que la iglesia pierde influencia, prestigio y poder respecto a siglos anteriores, que la figura de Dios deja de ser obligaría y también que el cristianismo ya no tiene una mayoría acaparadora en la sociedad.
Todo ello se debe a tres factores que conducen a este proceso de secularización: La crisis de las instituciones religiosas, la separación de la esfera religiosa de la civil y la constatación de que lo sagrado está en crisis. Analicemos estas tres causas con mayor detalle.
Según Luckmann “La iglesia no es más que la “perfecta” articulación histórica de un cosmos sagrado que representa la jerarquía de significado de una visión del mundo” (Luckmann, 1967, pág. 91). Teniendo esto presente al hablar de instituciones religiosas se sostiene la idea de que ya no juegan un papel determinante en la formación de valores, normas y legitimidad. Hago un paréntesis y matizo estos términos que me parecen importantes. Los valores son los objetivos que no pueden ponerse en cuestión a corto plazo y suponen una implicación afectiva. Como normas los medios que emplean para conseguir dichos objetivos. Y como legitimación el acto de justificar el porqué de una realidad. La legitimación son las creencias, principios o sistemas ideológicos que ayudan a esa justificación. Weber lo definiría como “la creencia en nombre de las cuales se persiguen unos determinados valores”.
La iglesia católica ya no tiene el monopolio de defensa de valores y creencia dominantes, por tanto, deja de tener un papel clave. Entonces surge lo que llamamos un pluralismo religioso. No es más que la coexistencia de diferentes sistemas de legitimación al convivir más religiones en un mismo lugar. Para que no surja un conflicto debe existir un consenso de nivel de valores. Y es ahí donde surge el papel de estado, que crea un conjunto de normas que todos deben acatar. Una de las características de esta secularización es que cada religión puede legitimar las normas del estado por principios diferentes, pero lo importante no es el motivo, lo importante es que legitime la justicia, la libertad o la democracia, por ejemplo, características básicas de una sociedad occidental actual. Durkheim llamaba a este hecho “anomia”, ausencia de norma. Si no existiera las normas de una sociedad occidental la ausencia de norma generaría conflicto.
Para terminar de hablar de la crisis de las instituciones religiosas me gustaría subrayar que lo sagrado está en crisis. Al hilo de este asunto hemos comentado más arriba la posición de Max Weber cuando habla del desencantamiento y también podemos destacar a Luckman que dice que “El modelo actual, es aquel donde las instituciones se encargan del mantenimiento y transmisión de lo transcendente, lo sagrado se segrega de aquello que es profano” (Luckmann, 1967).
Podemos decir que hay dos dimensiones de esta crisis del religioso: Por un lado, de credibilidad, la legitimidad de la Iglesia Católica esta mermada, y por otro de miembros, las personas abandonan las practicas típicas del modelo monolítico (no confundir esto con que no existan personas religiosas)
El segundo punto que se ha citado es la separación de la esfera civil y la religiosa. Ello comporta que ninguna religión es oficial, ya no existen los estados confesionales. Estado e institución religiosa tienen autonomía. Y como elemento importante el hecho de que no se discrimina por convicciones religiosas.
La religión pasa a ser un asunto privado y opinable. Nadie está obligado a manifestar sus creencias religiosas, se ha privatizado la Religión. Y es opinable en el sentido de que es cuestión de gustos, uno puede elegir la religión a seguir.
Lo expuesto podría dar a pensar que el número de seguidores de lo divino va en retroceso, podría ser, ahora bien, Luckmann da una explicación esta pregunta: “La religión no desaparece, se transforma en un elemento constitutivo de la evolución humana diferente según las condiciones socioestruturales” (Luckmann, 1967). Según Luckmann los ídolos no desaparecen, se transforman
En referencia con la secularización abordamos el último punto: Lo sagrado está en crisis. Ya hemos mencionado parte de este punto en donde Weber hacia referencia al desencantamiento de la sociedad donde la previsión substituye a la providencia. Y es entonces cuando el hombre sustituye la divinidad por ser amo de su propio destino. Añadir que, si deja de creer en dios, no es que no crea en nada, sino que puede creer en cualquier cosa y por tanto se producen efectos de reencantamiento con nuevos tótems sagrados. Como diría Luckmann “Aquellos síntomas del declive del cristianismo pueden ser síntomas de un cambio más revolucionario: La sustitución de la especialización institucional de la religión por una nueva forma social de religión” (Luckmann, 1967, pág. 102)
EL PLURALISMO
Antes de adentrarnos en el fenómeno del concepto plural en una sociedad me gustaría rescatar lo que Durkheim llamaba “anomia”. La anomia es ausencia de norma. El individuo no tiene normas a seguir y por tanto se siente desconcertado, le faltan criterios para justificar y legitimar sus valores. La religión cubre esa necesidad del individuo. ¿Pero qué ocurre cuando hay más de una legitimación? Esa es la característica de una sociedad plural.
En una sociedad plural coexisten diferentes religiones, diferentes sistemas de legitimación. Una de las características de la sociedad occidental plural es que no hay una religión oficial, todas están en igualdad de condiciones y no aspiran a imponerse de una manera hegemónica.
La pluralidad no es una característica nueva, a modo de ejemplo, en siglos pasados en España convivieron musulmanes, católicos y judíos, y también, a finales del imperio Romano coexistieron diferentes tipos de cultura. Lo que sí que es nuevo es la generalización del fenómeno ya que todas las sociedades occidentales son plurales. Destacar que el fenómeno plural tiene como característica principal que exista interacción entre los diferentes sistemas de legitimación, y eso en la actualidad occidental ocurre.
Por último, destacar otra característica de una sociedad plural que es la libertad de elección de una religión u otra. En el caso estadounidense es más común escoger un credo a seguir de manera individual y libre. En el caso europeo no es tanto esa elección lo que lo caracteriza como plural, sino más bien haber dicho “no” al monopolio católico.
LOS FUNDAMENTALISMOS
En contra de lo que se podría pensar el pluralismo engendra fundamentalismo. Me explico, el pluralismo genera situaciones de incerteza, lo que lleva a determinados individuos a buscar una verdad absoluta por miedo a desaparecer, y eso explica tanto la aparición como la fuerza de los fundamentalismos.
Existen dos características en las religiones para convertirse en fundamentalistas: el monoteísmo y el universalismo. El hecho de creer en un solo dios, como el catolicismo y el islam, están diciendo que solo existe un dios, una única verdad. Y por otro lado la llamada de ese líder a la pretensión de que toda la humanidad se convierta. Casos como el de Jesús y Mahoma. Esta combinación es el caldo de cultivo del fundamentalismo. Ejemplos contrarios en los que no existen casos de fundamentalismo son el hinduismo o el budismo.
El fundamentalismo es un tipo de reacción en contra del pluralismo y la secularización. Luchan por la imposición y preservación de sus valores.
El fundamentalismo principal lo podemos ver tanto en religiones protestante, como el puritanismo anglosajón o las diversas iglesias latinoamericanas. El fundamentalismo católico donde se impone la Biblia y la tradición. El judío, como los ultrortodoxos en Israel y por ultimo el fundamentalismo islámico, el mas conocido. Este último se caracteriza ser al mismo tiempo una religión y una cultura. La radicalización de este grupo viene dada por la “yihad”, la guerra santa, este pilar no lo comparten todos los creyentes del islam, y en su origen significa “lucha interior” para ser mejor musulmán.
Me gustaría terminar esta síntesis con una frase de Luckmann, pienso de lo más acertada: “El mantenimiento del cosmos sagrado como realidad social y su transmisión de generación en generación depende mas de los procesos sociales generales que de los procesos institucionalmente especializados” (Luckmann, 1967, pág. 73)

Jaime Riba Barroso. Uno más.
Estruch, J. (2015). Entendre les religions. Barcelona: Editorial Mediterrania.
Luckmann, T. (1967). La religión invisible. Salamanca : Ediciones Sígueme.
Marx, K. (1890). Sobre la religión. Trotta.
Weber, m. (1905). La ética protestante y el «espíritu» del capitalismo. Madrid: Alianza.