La autora aborda en este ensayo, nada más y nada menos, que pensar en lo que hacemos.
La vita activa son tres actividades fundamentales del ser humano: Labor, trabajo y acción.
La labor corresponde al proceso biológico del cuerpo humano ligado a las necesidades vitales en el proceso de la vida. En otras palabras, la vida misma.
El trabajo se asocia a lo no natural, al “artificial” mundo de las cosas distintas de las circunstancias naturales. La mundanidad sería el adjetivo que mejor definiría esta actividad.
Por último, la acción, la actividad que se da entre los hombres y es la condición de toda vida política.
“El discurso es lo que diferencia al hombre del resto de seres vivos, y lo hace ser único”
Estas tres actividades están relacionadas con una condición más general de la existencia humana: El nacimiento y la muerte. La labor asegura la supervivencia individual y de la especie, el trabajo es el producto hecho por el hombre que inmortaliza la fútil y efímera vida de cada ser humano y su sociedad, y la acción crea la condición para el recuerdo, para la historia.
Una diferencia que se da entre animal y hombre es que “solo los mejores prefieren la fama inmortal a las cosas mortales, esos son los verdaderamente humanos” (Heráclito) los demás, con tal de cubrir los placeres que le da la naturaleza viven y mueren como animales. Una clara alusión a Sócrates.
Solo la acción es exclusiva del hombre y depende por entero de los demás. Dicho en palabras de santo Tomás “el hombre es político por naturaleza, eso es, social”
El nacimiento de las ciudad-estado en la antigua Grecia generaba dos vidas: la privada y la pública. Distingue entre lo suyo y lo comunal. Aristóteles consideró que solo dos acciones se consideraban políticas y las llamó bios politikos: la acción y el discurso.
Ser político significaba que todo se decía por medio de palabras y persuasión, no con fuerza ni violencia. La libertad se ubicaba en la esfera de lo social, mientras que la acción violenta era monopolio del gobierno. La libertad era empleada en la esfera política y la fuerza se justificaba como único medio para garantizar la libertad.
“El individualismo moderno enriquece la esfera privada”
En la antigüedad lo privado no se tenía en cuenta principalmente porque se consideraba al ser humano no como verdaderamente humano, sino como un espécimen del animal. La organización publica entorno al propio proceso de la vida fue en las comunidades modernas de trabajadores y empleados.
La autora pone de relieve la dicotomía entre la vida privada y la pública. Por un lado, lo público es lo que los otros pueden puede ver y oír, constituye la realidad, es común a todos nosotros a diferencia del privado. En lo público la sociedad de masas ha perdido el poder de agrupar, relacionar y separar a las personas. La trascendencia da una inmortalidad terrena, sin ella ningún mundo común es posible. En la sociedad moderna la trascendencia resulta tan improbable que se justifica una vida en vanidad. Por otro, la esfera privada, ligada a la moralidad cristiana, legitima que todos deben ocuparse de sus propios asuntos. La vida pública “solo era posible después de haber cubierto las mucho más urgentes de la vida privada”.
Lo social y lo privado se tocan en el momento en que la riqueza privada requiere protección para acumular más riqueza, es entonces cuando el deber de los reyes fue gobernar en interés de la propiedad de los súbditos.
LABOR
La principal diferencia entre labor y trabajo es que la primera es una labor improductiva y la segunda es productiva. El trabajo añade nuevos objetos al artificio humano mientras que la labor solo se interesa por los medios de su propia reproducción, y si produce algo lo hace de manera incidental. La diferencia es de grado, si el carácter mundano de la cosa producida no se tiene en cuenta. Un claro ejemplo sería el pan, que apenas tiene una expectativa de vida de un día y una mesa que puede sobrevivir generaciones.
Según la autora “las cosas menos duraderas son las más necesarias para el proceso de la vida”, tienen un periodo muy corto de vida y si no se consumen perecen por sí mismas. Son las menos mundanas, más naturales y responden al movimiento cíclico de la naturaleza. Mientras que en el trabajo el final llega cuando el objeto está acabado, en la labor el fin solo llega con la muerte del organismo elaborado.
“La fuerza de la vida es la fertilidad”
Solo la labor, y no el trabajo ni la acción, es interminable y progresa con la propia vida al margen de las intenciones y decisiones humanas. “La fuerza de la vida es la fertilidad”, el organismo no se agota tras su propia reproducción. Este proceso se haya en el cuerpo, dicho de otra manera, no hay actividad más ligada a la vida que la laborante.
En la sociedad de capitalista, labor y consumo son dos etapas del mismo proceso. En esta sociedad cualquier cosa que hacemos la hacemos para “ganarnos la vida”, con la excepción del artista que podemos considerar que es el único trabajador laborante que queda. Desde el punto de vista de “ganarse la vida” todo lo no relacionado con la labor se convierte en hobby.
TRABAJO
El fin del proceso de fabricación llega cuando después de aplicar la mano humana a un objeto, este se convierte en una cosa nueva por completo y tiene la característica de permanecer en el tiempo.
“El homo faber, fabricante de utensilios, inventó útiles e instrumentos para erigir un mundo. La pregunta no es si somos esclavos de nuestras maquinas, sino si estas aun sirven al mundo, o si, por el contrario, estas máquinas han comenzado a dominar y destruir el mundo y las cosas”
“El homo faber terminará sirviéndose de todo y considerando todo como un simple medio para él”
Según Marx en la sociedad industrial el cambio de productos se ha convertido en la principal actividad. El trabajador pasa a ser dueño de su fuerza de trabajo y la puede vender al empresario. Es en ese punto cuando se inicia la famosa autoalienación de Marx. El hombre se degrada a articulo de primera necesidad y el hombre ya no es juzgado como persona sino como producto.
ACCIÓN
“Solo el hombre puede comunicar su propio yo y no simplemente algo”
“Una vida sin acción ni discurso esta literalmente muerta para el mundo”.
A tomar la palabra y el acto no nos obliga una necesidad, como lo hace la labor, ni nos impulsa la utilidad, como el caso del trabajo.
El discurso nace como un sustituto del lenguaje de signos. Mediante la acción y el discurso el hombre muestra quien es, revela su identidad y aparece en el mundo humano.
“La acción sin un nombre, un “quien” unido a ella, carece de significado”
La acción, a diferencia de la fabricación, nunca es posible en aislamiento. La acción y el discurso necesitan presencia de otros, mientras que la fabricación se basta con la naturaleza. La acción debe estar rodeada de las palabras de otros hombres.
El resultado de la acción es la historia y su pleno significado solo puede verse cuando ha terminado toda la acción. No es el actor, sino el narrador quien capta y “hace” la historia.
Según lo pensadores de la antigua Grecia la esencia humana nace cuando uno muere dejando tras de sí una historia. Para ser inmortal debe arriesgar su vida y no tener miedo a una prematura muerte.
La polis griega estaba hecha para compartir palabras y hechos. Tenia una doble función, primero, ganar una fama inmortal, distinguirse con hechos y palabras su ser único. La segunda función era dar la oportunidad de que un hecho merecedor de fama no se olvidara y pudiera convertirse en imperecedero.
La realidad del mundo esta garantizada por la presencia de otros. Lo que aparece lo llamamos “Ser” y lo que no aparece, no existe.
La violencia puede destruir al poder, pero nunca puede convertirse en su sustituto. La tiranía contradice la pluralidad, el actuar y hablar juntos. Dicho de otra manera, genera impotencia. Los actos y la palabra hablada son los mayores logros del ser humano.
Hasta aquí la tesis principal de la autora de labor, trabajo y acción. En el libro existe un último capitulo en referencia a lo que ella define como Vita activa en la época moderna. Dejaré algunas píldoras a modo de invitación para leer el libro.
“Tres grandes acontecimientos determinan la Época Moderna: El descubrimiento de América, la Reforma y la invención del telescopio”
“La historia es un relato de acontecimientos y no de fuerzas o ideas”
“Solo la supresión de las apariencias puede ofrecer una esperanza de lograr el verdadero conocimiento”
“No son las ideas, sino los hechos, los que cambian el mundo”
“Nadie puede dudar de su duda y permanecer inseguro de si duda o no duda” Descartes
“Los seres humanos no son más que animales capaces de razonar (de tener en cuenta las consecuencias)”
“El pasmo ante el milagro del Ser, es el comienzo de toda filosofía” Platón
“El principio de todo hedonismo no es el placer, sino la evitación del dolor”
[Época cristiana] “No se le negaba el entierro al asesino, sino al que se había suicidado”
Arendt, H. (2020). La condición humana. Barcelona: Austral.