La libertad de Zygmunt Bauman

«Para la libertad, sangro, lucho y pervivo […] (la libertad) hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada» Esto escribía Miguel Hernández en 1938 en un contexto de guerra civil en España. Pues bien, no sé exactamente que tenia en mente el poeta sobre la libertad que defendían los soldados, pero el sociólogo Polaco Zygmunt Bauman escribió, décadas mas tarde, el ensayo titulado «Libertad»  (Bauman, 2010) (texto con el que empezó a ser conocido). Un texto en donde aporta una perspectiva muy original del resultado que ha quedado de la idea de libertad más de 80 años después del poema de Hernández.

(Las líneas que siguen están escritas en forma de síntesis de dicho libro)

La principal tesis del autor es que el individuo libre se constituye gracias a la sociedad. Detalla que la libertad no es una condición universal de la humanidad, sino mas bien una creación histórica y social. Es una novedad de la especie humana ligada al advenimiento del capitalismo y la libertad de consumo.

La libertad es un privilegio, pero debe existir un mantenimiento del orden social para la seguridad. El control social de la sociedad moderna se puede ejercer impidiendo realizar deseos o alentando dichos deseos. Prevención y estimulo.

El símil que acuño Foucault como herramienta de control social es el Panóptico (por ejemplo, la torre central de las prisiones). La principal virtud de esta herramienta es “ver sin ser visto” y la asimetría que genera. El inspector lo sabe todo del interno y, en cambio, el interno no sabe nada del inspector. Al Panóptico solo le interesa lo que hacen los internos, no lo que piensan. Garantiza la paz y la calma. Es fácil de lograr, además de infalible y barato. Se da una aparente omnipresencia del inspector que hace de los internos incapaces de ser libres. La sola presencia del panóptico, independientemente de si hay o no un inspector, ejerce la función deseada sobre la libertad del individuo.

Puede leerse el Panóptico como un modelo en miniatura de sociedad perfecta. Un modelo que elimina del delito, la conducta nociva y genera un ambiente regular y seguro.

Sociológicamente la libertad es un hecho social en función de la época o lugar particular. Hasta los tiempos modernos la única libertad que existía era la no controlada por el gobierno del amo o corporación local. En la época medieval la libertad era un privilegio ganado al rey restringida a ricos y poderosos. La libertad no es una invención moderna. Sin embargo, desde una perspectiva sociológica existen dos características distintivas de la libertad moderna: el individualismo y la economía de mercado del capitalismo.

El individualismo entendido como valor especial – y supremo- sobre hacer las propias cosas y pensar los propios pensamientos “ha sido una característica distintiva del hombre occidental, una excentricidad entre las culturas”. Anteriormente tenia un carácter sobrenatural y perteneciente a unos pocos, mientras que en la época moderna es un atributo universal. Existe una dualidad de la individualidad moderna, por un lado, es inalienable a todo ser humano, y por otro, las autoridades la deben gestionar por el bienestar común. El individualismo alimenta el ego, que es aprovechado por la industria del consumo y la publicidad.

Y el capitalismo, entendido como de calculo de medios-fines (problema de elegir entre recursos escasos y limitados), es una característica esencial de la libertad moderna. La satisfacción de necesidades humanas que cubre el capitalismo hace que pueda florecer la libertad. La libertad se convierte en necesidad ya que sin libertad no se satisface el objetivo de la actividad económica. El capitalismo desvincula la actividad económica de instituciones y funciones sociales.

Lo contrario de la libertad es la opresión, entendida como la sensación de no poder dejar de hacer algo que se preferiría no hacer y también de que no es posible hacer lo que se desea. Nunca tendemos a personalizar la culpa, mas bien hablamos de opresión social. La “libertad completa” solo se obtiene en la soledad completa: abstención total de comunicación con otras personas. Esta última situación es insostenible ya que los otros significan recursos para la mera supervivencia física y, además, en la comunicación con los demás reafirmamos nuestro propio yo y la soledad generaría falta de protección e incertidumbre. Necesitamos a los demás para nuestra salud física y psicológica.

La ilusión de comunidad se genera con la experiencia de libertad. Esta puede dar la privacidad y las restricciones relacionadas con la pertenencia a todo el grupo. La libertad y la interacción social son una característica de la condición humana. Las personas somos seres sociales.

La sociedad capitalista consigue dos factores determinantes: Elimina el monopolio de mercado y suplanta la seguridad espiritual de otras regiones en la libertad individual en forma de consumo. Estos dos logros dan legitimación al capitalismo consumista y ofrecen un espacio mas grande para la libertad humana.

La posesión de bienes pasa de ser algo objetivo a convertirse en algo simbólico. Las diferencias simbólicas de un objeto pasan a ser signos que se codician.

Actualmente no existe competencia en el sistema capitalista, la entrada de nuevos competidores es sumamente difícil. La otra parte, el individuo, también ha cambiado. Este último busca establecer su propia identidad y ser aprobado socialmente, generándose una rivalidad simbólica que eleva la demanda de productos.

Se ha generado un nuevo mecanismo de control social. El requerimiento de conducta es ahora el mercado de consumo y sus atractivos. La reproducción del sistema capitalista se logra mediante el incentivo de la libertad individual y no por su supresión. El individuo acepta de manera voluntaria y entusiasta las recompensas que ofrece el sistema a cambio de su obediencia. Su principal atractivo es encontrar libertad mientras que en otras áreas de su vida solo hay que opresión. Encuentra derecho a elección y aprobación social. Se satisface la libertad, certeza e independencia, todo sin conflicto. La gente es atraída por un doble vinculo: depende de él ya que ejerce su libertad individual y goza sin pagar el precio de la inseguridad. Esta libertad es un arma de doble filo, la necesitamos para ser nosotros mismos, pero eso conlleva dudas y miedo al error. La libertad de consumo es a la vez un privilegio y una distinción como también un medio de control e integración social.

El lugar que actualmente ocupa la libertad individual en el pasado era representado por el trabajo. Antes el trabajo era la producción de riqueza mediante la aplicación de esfuerzo humano. Valor y dignidad eran asociados al trabajo. Abstenerse de trabajar era denigrado y denostado, visto como ocio, holgazanería, indolencia o incapacidad. Sí que es cierto que el trabajo proporcionaba aprendizaje, socialización y disciplina debido al gran tiempo que ocupa en a vida del individuo.

La “ética del trabajo” (buscar el significado de la vida y la identidad del yo en una carrera exitosa) a sido substituida por la “ética del consumo” (Es en lo material donde uno busca y encuentra la satisfacción, la autonomía y la libertad)

En la “ética del consumo” consumiendo se es feliz y gastar, más que una necesidad, es un deber. La orientación del consumo sirve a nivel social como factor de integración.

El sistema capitalista hace de la relación entre consumidor y mercado sea un asunto privado. No requiere intervención del estado. El mercado se ocupa de que haya consenso y se dé una conducta social apropiada. Todo lo que se requiere para la integración social es la correcta satisfacción de necesidades. Su principal virtud es que no necesita coerción.

En el sistema capitalista la pobreza significa incapacidad para ejercer de consumidor, una falta de libertad. Es una “imperfección” que incapacita para ejercer la libertad como consumidor y en donde entra el estado, que, por tanto, deja de ser un asunto privado entre individuo y mercado. La pobreza es “una “ineficiencia social” donde una persona no puede desarrollar la conducta social reconocida para un miembro normal de la sociedad y lo excluye de la comunidad” (Abel-Smith)

La alternativa al capitalismo sería el comunismo. El comunismo en esencia es el manejo de las necesidades individuales por parte del Estado. El principal motivo por el que la libertad de consumo ha vencido al comunismo es porque se ha hecho cargo preocupaciones individuales, de la integración social y de la reproducción sistémica, mientras que el comunismo tiene que afrontar estos problemas personales y por tanto se convierte en una cuestión política.

El sistema capitalista somete a obediencia al individuo, principalmente por la eliminación de alternativas. No se concibe otro mundo sin la libertad consumista. El éxito es denigrar, marginalizar o hacer invisibles todas las alternativas que pudieran nacer. Siempre que alguien despunta la llamada tercera alternativa (la autonomía individual de la cooperación comunitaria basada en el autogobierno comunitario) el sistema compra con dinero la salida del individuo de ese grupo cargado de privaciones.

No estoy seguro si esta era el tipo de libertad que anhelaba Miguel Hernández y por la que murieron muchos combatientes, pero sin duda es una visión diferente que no creo que se imaginaran esos luchadores que ya no están aquí.

Bauman, Z. (2010). Libertad. Buenos Aires: Losada.

Jaime Riba Barroso

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